Creo que tener 12 años es mucho tiempo, pero mi mamá dice que todavía soy un niño; quizá, porque me falta crecer un poco. La última vez que preguntaron por mi edad, estábamos en otro país; en mi casa vivíamos muchas familias y mi papá decía que el dinero no alcanzaba, entonces decidimos venir; al principio fue raro llegar a este lugar, nunca había visto un río tan grande y tan cerca de donde dormimos, es asombroso ver cuando crece y parece que se va a salir, aunque también me da miedo.

Pero, después pasaron los días, e hice algunos amigos mientras acompañaba a mi papá en la canoa. Nos gusta estar en el malecón, teníamos la “maña” de todos los días irnos a bañar en el río, un día, mientras estábamos jugando, vi que algo grande estaba asomando la cabeza en el agua, así que me quedé quieto y sentí un poco de susto, los demás me dijeron que el animal se llamaba Tonina y que era de color rosado. No lo podía creer, ¿Usted se imagina? ¡Es rosado! He visto peces de muchos colores, pero nunca uno rosado. Ese día, después de jugar, mis amigos se fueron, pero yo me quedé ahí, esperando para poder ver de nuevo al animal. No pasó mucho tiempo y ahí estaba, asomando nuevamente la cabeza, creo que quería jugar. Después de verlo un rato, me fui para la casa, mientras iba caminando pensaba en todos los animales que viven en el río y yo no conozco, y no sólo el río, también los que viven en el mar, que es tan profundo.

Un día, mi mamá me dijo que debíamos ir al médico porque ella se estaba sintiendo mal, así que fuimos a la Cruz Roja Colombiana, porque nos dijeron que allá nos atendían. Ese día, después de que el médico la revisara, ella empezó a decirme que debía estudiar, la verdad yo no quería volver a la escuela, lo único que quería era seguir viendo a los peces y ayudar a conseguir la comida para ellos y mi hermanita.

Yo creía que no quería seguir estudiando, pero esa vez, no sólo pasamos por el médico, también me invitaron a conversar con una psicóloga e hicimos una actividad, al final, ella habló con nosotros, me presentó muchas personas que también trabajan ahí y me contaron qué habían estudiado. También, me dieron un libro, no podía creer que era mío, hasta le escribieron mi nombre. Desde ese día, no he dejado de leer, porque si termino uno, voy allá, lo devuelvo y me dan otro libro; ahora sé que quiero ser Biólogo, alguna vez espero ir en un submarino y conocer el fondo del mar.

A veces, comparto algunas lecturas con mis amigos, aunque hay muchas palabras que nunca había escuchado. Quizá por eso mi mamá quiere que siga estudiando, para que pueda entender todas las palabras, ella también me dice que, si estudio, conseguir la comida no será difícil. Uno de los mejores días desde que estamos aquí, fue ese, porque en la Cruz Roja Colombiana cuidaron a mi mamá y me explicaron lo importante que es aprender. Gracias por ayudarnos.

“Hace falta no renunciar a la imaginación, y parte del proceso implica, no perder la capacidad de asombro”.

Parra (2021)

Relato de niño beneficiario del Proyecto Humanitario en Salud y Protección para la Migración – Espacios Seguros

Escrito por:
Fabiana Parra Silva – Profesional Espacios Seguro.
Yulieth De Oro Romero – Coordinador Local.