“Durante la última década, debido a diversos cambios económicos, políticos y sociales en Venezuela y el resto del mundo, ha surgido una nueva dinámica migratoria en el continente. En este contexto, Colombia se ha convertido en un país de acogida y tránsito para miles de migrantes que enfrentan diversos riesgos y necesidades de protección.”
En respuesta a esta situación, la Cruz Roja Colombiana ha sido el principal actor humanitario en brindar asistencia al creciente flujo de retorna[1]dos y migrantes en las zonas fronterizas con Venezuela, Ecuador y Panamá. Además, desde el año 2018 hemos diseñado e implementado la Estrategia Nacional de Atención a la Población Migrante, a través de la cual hemos proporcionado hasta la fecha 5.559.490 servicios en los siguientes sectores: atención integral de salud, protección, alojamiento, agua, saneamiento e higiene, asistencia humanitaria, e integración y desarrollo a 3.397.700 personas en 23 departamentos de Colombia.

El objetivo de estas acciones es contribuir en la mitigación del impacto y afectación a esta población especialmente vulnerable, incluyendo personas migrantes, indígenas binacionales que se encuentran en situación de tránsito, retorno y/o permanencia, así como sus comunidades de acogida, especialmente aquellas que se encuentran en un mayor grado de vulnerabilidad y con necesidades básicas insatisfechas en las zonas de frontera, tránsito y ciudades receptoras. En este contexto, se han diseñado e implementado dos modelos de intervención dentro del marco de los puntos de servicios (HSP). Estos espacios neutrales se ubican a lo largo de las rutas migratorias y ofrecen un ambiente acogedor y seguro, donde colaboradores y Voluntarios de la Cruz Roja Colombiana están disponibles para brindar asistencia a cualquier persona, sin importar su estatus migratorio, género, sexo, raza, religión, discapacidad o ideología.
El primer modelo implementado se denomina Puntos de atención al Migrante (PAM), que operan tanto en modalidad fija como itinerante. A través de la instalación de 32 puntos, ubicados en departamentos de frontera y municipios de tránsito de migrantes, se ha brindado una respuesta inmediata en materia de salud (consulta por medicina general, enfermería, entrega de medicamentos, primeros auxilios, atención psicosocial, odontología, entrega de suplementos nutricionales), protección (conectividad y restablecimiento de contactos familiares, acompañamiento en las rutas de acceso a derechos, identificación y asesoría de casos especiales de protección, articulación con diferentes redes locales de protección, atención a fenómenos de trata y tráfico de personas en contexto de movilidad humana; espacios amigables y entrega de kit de dignidad), asistencia humanitaria (entrega de transferencias monetarias, kits de alimento, kits de abrigo y kits de higiene diferenciado por género y edad), agua y saneamiento (puntos de hidratación y entrega de agua en botella, suministro de kits de higiene personal con enfoque diferencial y kits de protección Covid-19) y en algunos casos, alojamiento temporal (mediante la modalidad albergue u hotel).

El segundo modelo de atención implementado se denomina Centro de Atención y Orientación (CAO) y se ha establecido en 5 ciudades receptoras en respuesta a las dinámicas de asentamiento y necesidad de estabilización por medio de servicios de integración y desarrollo (actividades para reducir el estigma, la discriminación y la xenofobia, difusión de mensajes claves, dinámicas comunitarias y culturales que fomentan la participación e integración, incentivos para la generación de ingresos, el fortalecimiento de medios de vida para la estabilización socioeconómica, transferencias de efectivo condicionada, capacitaciones y empleabilidad), protección (orientación sobre rutas de atención en salud, empleabilidad, regularización del estatus migratorio, educación, gestión de casos mediante articulación interinstitucional, mantenimiento de contactos familiares, espacios amigables con ludoteca y acciones de acompañamiento escolar) y salud (mediante apoyo psicosocial con posibilidad de realizar seguimientos a casos individuales).
Estas acciones humanitarias han sido posible gracias a la financiación de socios del movimiento (Cruz Roja Alemana, Cruz Roja Española, Cruz Roja Americana, IFRC, CICR) y otros cooperantes como COSUDE, AECID y la OIM. Aunque estas operaciones son temporales, han estado orientadas en dejar una capacidad instalada en las comunidades antes de concretarse el cierre de cualquier punto y, en caso de ser necesario, se realizan acciones para promover su sostenibilidad. Las intervenciones realizadas en el marco de la Estrategia Nacional de Atención a Población Migrante han sido un referente en la implementación del enfoque diferencial, en derechos humanos, y participación y rendición de cuentas a la comunidad -CEA- en la Institución.
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