Hace unos meses Carlos y Dajean Yahiri llegaron a Bucaramanga desde Venezuela con la idea de comenzar una nueva vida. Dajean ya sabía de su embarazo y no fue fácil aceptar que debía hacer duros cambios en su vida como mudarse de país, solicitar ayuda de personas desconocidas y, tal vez, el rechazo de muchos que desconocían su situación.
Al llegar a Bucaramanga sabían que necesitaban atención médica y no dudaron en acercarse a la Cruz Roja Colombiana para consultar sobre su condición. “Fue grande la alegría cuando nos dijeron que sí podíamos recibir medicamentos y además tener un control prenatal. También recuerdo que esa fue la primera vez que pudimos llamar a la familia y dar buenas noticias”, comenta Dajean con una sonrisa.
Como estas parejas, son miles los venezolanos atendidos por la Cruz Roja Colombiana. En lo corrido del mes de julio se ha prestado Atención Integral en Salud a más de 58 mil personas, más de 28 mil en Protección y más de 23 en Agua Saneamiento e Higiene. La atención ha sido brindada en los departamentos de Antioquia, Boyacá, Cundinamarca, Quindío, Valle del Cauca, Cauca, Nariño, Putumayo, La Guajira, Santander, Norte de Santander, Arauca, Casanare, Vichada y Guainía.
Gracias a la asistencia de la Cruz Roja Colombiana, Carlos, esposo de Dajean Yahiri, encontró un motivo para buscar nuevas oportunidades y a través de la venta de limonadas obtener el sustento para sostener y sacar adelante a su familia. Fue así como con un contenedor de vidrio, en parte comprado y donado, empezaron con su negocio de limonada y empanadas; luego se sumó la venta de minutos, dulces, chiclets y galletas. Hoy, ambos esperan conseguir un trabajo formal y así garantizar un mejor futuro a Susej Antonella, su hija. “Ojalá podamos conseguir el Permiso Especial de Permanencia (PEP) y tener un empleo fijo, eso le daría garantías a nuestra hija”.
Dajean Yahiri también destaca la atención que recibió por parte de la Cruz Roja en temas de orientación y ayuda. “Hemos tenido que mudarnos de un lugar a otro por varios comentarios que nos han hecho daño, pero gracias a su colaboración hemos salido adelante”, cuenta Dajean. Intentando evitar esta situación, la Institución realizó 98 acciones de prevención de xenofobia en el último mes y continúa trabajando activamente.
Actualmente, Carlos y Dajean continúan asistiendo al Centro de Atención Solidaria y de Apoyo (CASA) solicitando ayuda para su hija y pronto esperan realizar el registro de esta futura colombiana, que gracias a la medida implementada desde el pasado 5 de agosto dará nacionalidad a los niños y niñas, hijos de padres venezolanos, nacidos en Colombia a partir del 19 de agosto de 2015. Susej Antonella es el hoy motor para que Carlos y Dajean Yahiri continúen con esfuerzo encontrado las oportunidades y puedan brindarle mejores oportunidades de vida.